Este miércoles 24 concluye el ciclo de cine italiano que nos reune en el mes de junio. El mismo tiene la característica que en cada encuentro el cineasta Arturo Fabiani nos aproxima a una pespectiva de análisis cinematográfico, que luego del visionado conjunto, es aplicada colectivamente al film.
Se proyectaron películas de grandes maestros del cine italiano, como Fellini, Antonioni y Visconti. Este miércoles es el turno de Pier Paolo Pasolini, con su Edipo Rey.
Edipo Rey (1967) es una adaptación del clásico de Sófocles, ambientada en la Lombardía de los años 20. Misteriosamente, la acción se traslada a la antigua Grecia, en la que se desarrollan los hechos de manera más clásica, aunque con tintes autobiográficos.
En esta película Pasolini reinterpreta su propia vida, y más aún, analiza las bases de la cultura occidental a través de el mito clásico que Freud ya había puesto en primer plano en el siglo XX.
Adjuntamos un texto sobre la película, para los que quieran saber más.
En el mes de julio se proyectará un ciclo dedicado al maestro Krzysztof Kieslowski, en la que se proyectarán entre otros su famosa trilogía Trois Coleurs: Bleu, Blanc y Rouge.
La función será el miércoles 24 a las 21 hs en la Sala de Proyecciones de DCEA, Wilde 40, con entrada libre y gratuita.
Para más información, comunicarse al 03722 452941 o a decea.chaco@gmail.com
EDIPO REY
El Rey y la Reina de Tebas, Laio y Giocasta conocen por el Oráculo que su hijo, Edipo, matará a su padre y se casará con su madre. Encargan a un sirviente que sacrifique a su hijo, pero este, movido por compasión, abandona al pequeño, quien es recogido por el Rey de Corinto. El tiempo pasa y al conocer la terrible preedicción, Edipo se lanza a la fuga. Durante su peregrinaje encuentra a Laio y lo mata, ignorante de la identidad de su padre. Prosigue su camino, encuentra a la esfinge y libera a Tebas, obteniendo la mano de su madre. Revelada la verdad, la tragedia se consuma.
El trabajo de Pier Paolo Pasolini en Edipo rey no tiene nada que ver con la arqueología. La incorporación de temas de Bach, del himno soviético y de músicas populares de Rumania y Japón no son simples anacronismos metidos en una minuciosa tarea de reconstrucción de la tragedia griega. Pasolini no se basa en Sófocles, sino en el mito, entendido como patrimonio cultural colectivo. Un título como éste se presta a más de una juerga erudita sobre la proyección del mundo personal del autor sobre su obra. El propio Pasolini reventó las aproximaciones psicologistas declarando provocadoramente que "jamás he soñado con hacer el amor con mi madre. Ni siquiera soñado. Más bien he soñado, si acaso, en hacer el amor con mi padre (contra la cómoda de nuestra pobre habitación de hermanos muchachos) y tal vez incluso, creo, con mi hermano, y con muchas mujeres de piedra"Pasolini, en Edipo rey,se ubica entre Freud y Jung. El prólogo y el cierre del filme son una apropiación individual del mito; la narración de la tragedia en una clave onírica viene a representar las raíces colectivas del mito. En función de esta validez general, Pasolini se permitió rodar el filme en Marruecos, un paisaje sin estilos dóricos, jónicos ni corintios, es decir, un paisaje sin postizos helénicos. Las, sugerencias de la película son múltiples y permiten circular por el interior de la propia obra de Pasolini. Yocasta y Mamma Roma no están tan lejos. El trabajo de Silvanna Mangano puede tener alguna cercanía con la Lucía de Teorema, etcétera. Pasolini es consciente de que la tragedia griega no se puede momificar en pleno siglo XX. La tragedia pereció cuando el héroe individual dejó de estar sometido a un destino que le dictaba su propia peripecia y el protagonista, sin ordenanzas divinas, se hacía más responsable de su futuro. Algunos trucos de la arquitectura trágica han sido reconvertidos a otros géneros, y ahí está, por ejemplo, y sin que tenga nada que ver con la película de Pasolini, la utilización del reconocimiento de la identidad del personaje en las comedias más tipificadas. Pasolini recicla la peripecia del héroe trágico hacia una reflexión existencial sobre la imposibilidad de evitar el dolor.
Edipo rey se presentó en el Festival de Venecia de 1967, en plena vigilia de la crisis de 1968. La crítica internacional acogió calurosamente su trabajo, pero hubo más de una reticencia con Franco Citti, el intérprete de Edipo. Tres años más tarde, Pasolini rodaría en Sidia una Medea con María Callas.
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