martes, 25 de noviembre de 2008

Miércoles 26 de noviembre: Soñar, Soñar, de Leonardo Favio




En la sala del Departamento de Cine y Espacio Audiovisual (Decea) de la Subsecretaría de Cultura -Wilde 40- continuará este miércoles 26, a las 21, el Ciclo Esperando a Aniceto, una retrospectiva de Leonardo Favio.
En esta ocasión se proyectará Soñar, Soñar (1976) con entrada libre y gratuita. Esta actividad esta reprogramada, por la suspensión de la proyección la semana anterior.

Esta obra es la última de un ciclo glorioso para el director, en cuanto a público y a reconocimiento de los pares. Fue su gran fracaso comercial, una película a la que recién ahora se le da el reconocimiento que merece.
Una comedia sobre un joven de pueblo (encarnado por un fantástico Carlos Monzón, ya Campeón del Mundo) que sueña conquistar la gran ciudad, impulsado por un artista trashumante (el cantante Gian Franco Pagliaro), chanta e interesado.
Aparenta ser una comedia de entretenimiento para toda la familia (género imperante del momento), pero toques de humor negro, mucho lirismo y una fotografía bellisima singularizan este film, que fue estrenado en plena dictadura.
Este ciclo tiene el objetivo de, además de presentar la obra completa de un realizador ineludible del cine nacional, ser formador de público. Antes de cada proyección se ofrece una introducción teórica en la que se recorren distintos aspectos del film: narración, fotografía, sonido, montaje, referencias, etc. El fin de la misma es aportar nuevos elementos de reflexión y disfrute sobre la película, al mismo tiempo que forma espectadores críticos.

La función es el miércoles 26 de noviembre a las 21 hs en la Sala de Proyecciones del DeCEA, Wilde 40. La misma cuenta con capacidad para 70 personas, sonido Dolby 7.1. y está climatizada.
La función es libre y gratuita. Para más información, acceder a http://www.deceachaco.blogspot.com/ o a decea.chaco@gmail.com



Análisis de Soñar, Soñar


Por Alejandra Muñoz


“Soñar, soñar es la más pura y conmovedora de las películas de Favio. Filmada en los últimos meses del gobierno de Isabel Perón y estrenada poco después del golpe de Estado de marzo de 1976, representa, sin ser aparentemente una película política, la tristeza profunda derivada del violento fracaso del último gobierno peronista. Para el propio director el final, con los dos protagonistas en la cárcel, simboliza la situación en la Argentina en aquel momento. Refiriéndose a esta escena, con Mario y Charly en la celda, logrando hacer su truco, Favio comentaba: “Al fin lo logramos, pensaban los que jodieron tanto con el gobierno constitucional. Y bueno, yo quería decirles, si ése es el propósito, lo lograron. Ya estábamos todos presos”.
Gustavo Noriega





Soñar Soñar es la película más incomprendida de Leonardo Favio.
El año 1976 marca el estreno de su sexta obra, que podríamos ubicar como el final de su segunda trilogía. Esta se caracteriza por la utilización de colores saturados, luces plenas (en contraposición a sus claroscuros anteriores), música desbordada, estética que bordea lo kitsch. Esta película en particular (soñar, Soñar) en un poco hibrida, tiene cosas de las dos trilogías.
Favio se define como un director pueblerino. Pensemos que Soñar, Soñar, en su segunda parte (cuando los protagonistas llegan a Buenos Aires) es la primera aproximación a la ciudad en toda su filmografía. De esa manera, Gatica, la película con la que retorna al cine después de 17 años, es la única que podríamos denominar “urbana”. Esto ya lo comentamos con anterioridad, cuando reflexionábamos acerca de los orígenes de Favio.
En esta película el director comete una trasgresión tremenda: subvierte la imagen de macho argentino del Campeón Mundial de Box, Carlos Monzón. Lo transforma en un muchacho dulce, ingenuo, soñador (casi la inversión racial y genérica de Griselda, de Nazareno: un verdadero paradigma del naïf). No sólo eso: le coloca ruleros! Tal vez eso también tiene que ver con el fracaso comercial de la película. Cuando fue consultado acerca del oportunismo de contratar a una figura popular tan famosa para su película dijo que si esa fuera la intención, lo hubiera hecho filmar una película sobre box. Ya hablaremos de esto en Gatica.
Pocas veces una película puede engañarnos tanto a primera vista: la asumimos inmediatamente (por su estética y aparente narración) como una película pasatista más, de las que inundaban las pantallas en ese momento.
Hay un personaje dulce y querible, humilde y provinciano (Carlos Monzón), que es atrapado en las redes del sucio, interesado y chanta Rulo (Gian Franco Pagliaro), que representa la vida nómade y bohemia, pero sobre todo, encarna el “vivo porteño”, quien no duda en defraudar las ilusiones de Carlos. Remarquemos que los dos protagonistas eran ídolos populares en ese momento, ya que ese ingrediente abona la primera impresión de cine liviano. Lo único que le falta a la película para cerrar todos los frentes y presentarse como una comedia familiar es que se convierta en un musical. Por suerte eso no sucede.
En cuanto a la fotografía, hay otro elemento que nos remite al cine de entretenimiento más burdo: el uso de difuminadores. Los mismos le dan un aspecto bucólico y somnoliento al film, sobre todo en la parte que transcurre en el pueblo, y prácticamente desaparecen en la segunda parte, dedicada a la vida urbana.
Hasta ahí todo bien.
A medida que transcurre la película, todos los estereotipos que se presentan se empiezan a derrumbar. Termina apareciéndosenos una película amarga, desencantada, oscura.
Varias de las recurrencias políticas de los oscuros años por venir están de algún modo prefiguradas en la película: habla de los campos de concentración (no explícitamente, pero su última escena no podemos dejar de pensar en eso), habla de la derrota del peronismo a través de la derrota de sus personajes. La misma frase que repiten con cierta obsesión los personajes, es una suerte de leit motiv anticipatorio: “antes muertos que vencidos”.
Estéticamente, la película empieza sueño, pero termina como la pesadilla, de la que, como sociedad, tardamos 7 años en despertar.






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