A partir del miércoles 7 de marzo, y durante todos los miércoles de 2012 a las 21 hs, vuelve a la Casa de las Culturas el ciclo "Pasaporte, Cine contemporáneo del mundo", un espacio abocado a la proyección de las últimas y mejores películas realizadas en distintos países del todo el mundo. Este ciclo es organizado por Dcea y Casa de las Culturas, dependientes del Instituto de Cultura del Chaco. La entrada a todas las funciones es libre y gratuita.
El ciclo comienza en marzo con un país que, en los últimos años, ha sido la revelación más feliz que ha dado el cine: Rumania. Si hasta entonces Rumania se reducía a la mala onda de Ciorán y al paseo que Gheorghe Hagi nos pegó en el mundial de 1994, ahora los tipos se reivindican con una camada de directores y películas que son, por lejos, lo más prometedor del actual panorama del cine europeo. ¿Se trata de una nueva ola, de moda pasajera?, se preguntan algunos. No lo sabemos, pero desde ya podemos asegurar que -nueva ola o moda pasajera- las nuevas películas rumanas son bastante mejores de lo que supieron ser, en su momento, el bodrio del cine iraní y el no tan bodrio, pero sí tedioso en buena parte, nuevo cine argentino (según ciertas opiniones).
Si hubiera que buscarle una característica común al cine rumano contemporáneo, ésta, gracias a Dios, sería el humor, y no cualquier humor, sino el negro, el que se ríe de lo que no hay que reírse, porque además -y esta es otra característica común- las pelis rumanas se meten con temas candentes de la realidad del país, y lo hacen tan bien, con tanta incorrección y la vez con tanta sutileza, con tanta sencillez, que no hay forma de no caer rendidos a sus pies.
Una prueba indiscutible de lo que decimos es la peli que abre el ciclo, Bucarest 12:08, de Corneliu Porumboiu. La historia es más o menos así: Se cumple un nuevo aniversario de la caída del dictador Nicolae Ceauşescu y en una pequeña ciudad del interior de Rumania un periodista de televisión quiere evocar aquella gesta heroica invitando a su programa a dos hombres que se jactan de ser revolucionarios, es decir, de haber salido a pedir el derrocamiento del dictador antes de las 12:08, hora en que efectivamente abandonó el poder. Pero a los revolucionarios no les resultará nada sencillo dar cuenta de su hazaña. Los televidentes llaman e insisten en desmentirlos como tales, y, por si eso fuera poco, están ellos mismos -sus propias y patéticas vidas, sus tiernas y entrañables existencia- para demostrar que no existen los revolucionarios o, en todo caso, para mostrar que cada uno hace la revolución que puede.
CRONOGRAMA DEL CICLO
Miércoles 7 de marzo, 21 hrs
Bucarest 12:08, de Corneliu Porumboiu
Miércoles 14 de marzo, 21 hrs
Cuatro meses, tres semanas, dos días, de Angela Schanelec
Miércoles 21 de marzo, 21 hrs
Policía, adjetivo, de Corneliu Porumboiu
Miércoles 28 de marzo, 21 hrs
La muerte del señor Lazarescu, de Crist Puiu
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